PROMOS

Comienzos en cosmética

Todavía me acuerdo de la primera vez que usé un acondicionador para el pelo. Tendría unos doce años, y en el baño había un bote que nunca había visto: Elsève Jojoba (¿Elsève? ¿Jojoba? Suena a prehistoria). “Pues me lo pongo”, me dije. Y esa frase ha caracterizado mi relación con los cosméticos desde entonces. Aluciné cuando me aclaré el pelo. No sabía que podía estar tan suave. Y, por supuesto, no sabía por qué mi madre me había privado de esa sensación tanto tiempo. Qué cruel…

“¿Si? Pues ahora verás”. Desde entonces, empecé a probar todas las cremas, lociones y maquillajes de mi madre. El anticelulítico de Elancyl (con doce años no sé para qué, pero el bote era tan mono y se suponía que te pondría unas piernas maravillosas, que no me pude resistir). El perfume Dune, de Dior. Los coloretes de Margaret Astor (a la que le han quitado el nombre de pila, a la pobre, por cierto) y las tierras del desierto de Marcel Cluny. Las barras de labios y los lápices de ojos de Pinaud. La laca Elnett. Vamos, que el día que me metía en el cuarto de baño salía la niña hecha un cromo. Aunque eso era antes de que Ana Rosa Quintana apareciera en la televisión. Me explico: yo veía que esa señora siempre iba muy bien maquillada, con los ojos muy bien pintados. Así que empecé a imitar la forma que le hacían con las sombras. Y hasta hoy, cuando muchas amigas me han pedido que las maquille porque les gusta mucho cómo lo hago.

Supongo que de ahí me viene este gusto por probar cremas y productos de maquillaje nuevos continuamente. Bote veo, bote quiero. Por eso os cuento mis experiencias positivas y menos positivas con algunos de ellos:


-La línea de limpieza facial Pure Active, de Garnier. Me deja la piel súper fresca, limpia y libre de toda grasa, pero sin tiranteces. Sobre todo el exfoliante diario anti puntos negros. Pero también es muy bueno el limpiador integral 3 en 1 (que es limpiador diario, exfoliante y se puede poner como mascarilla), y el gel limpiador (igual que el de la línea Skin Naturals Clean Detox).

-El anticelulítico efecto frío de Mercadona. La primera vez que lo usé creí que me congelaba. De hecho, me gustaba mucho porque era bueno pero tuve que dejar de usarlo en invierno porque no lo soportaba. El de efecto calor no era tan potente, pero también estaba bien. Creo que ahora han aumentado la línea con varios productos específicos, pero no los he probado (Señores de Mercadona: aquí la conejilla de indias estaría dispuesta a probarlos para dar fe de su efectividad; gratuitamente, por supuesto).

-El anticelulítico de Shiseido. Ya lo sabéis, tengo especial predilección por probar estos productos en particular. Desde que me lo puse la primera vez noté cierta actividad en mi piel. Y a los veinte minutos estaba haciendo, ejem, pis. Efectividad total anti agua y anti celulitis.

-El sérum de efecto brillo para el pelo de Mercadona. Lo siento, pero esto, desde que me lo estaba poniendo, sabía que no era para mí. En mi pelo lacio y tendente a la grasa, sólo significó unos mechones apelmazados, tiesos y nada brillantes, por cierto. Pero la promesa de un pelo suave y brillante me había conquistado. Creo que lleva tres años en mi baño.

-El champú de efecto espejo de Elvive. El del bote rosa con proteínas de perla y de su padre. Como si me hubiera lamido una vaca. Y lo mejor es que me enajené en la tienda y me había comprado el champú, el acondicionador y la mascarilla sin aclarado. El champú lo usé para limpiar los pinceles de maquillaje, pero no hubo manera de encontrarle uso a los otros dos productos, que acabaron en la basura.

-La máscara de pestañas efecto eye liner, de Bourjois. Muy negra, muy intensa, con efecto eye liner, es verdad, pero también con mucha tendencia a extenderse por los párpados. Me dejaba los ojos como los de Massiel después de una boda.

-El colorete Pastel Joues, de Bourjois también. Lo compré un poco a lo loco, porque quería uno rosa luminoso y era barato (y el primero que vi). Estoy deseando comprarlo otra vez porque ninguno me ha dejado mejor cara que ése. Lo mismo me pasó con un lápiz de ojos verde (también luminoso, empiezo a pensar que ni que trabajara para Unión Fenosa), de Astor.

Y podría contaros muchas más experiencias con productos. Esto parece un juego de prueba-error, en el que muchas veces no se acierta, pero por suerte las pérdidas suelen ser pequeñas y los experimentos suelen ser un placer. Por eso me encanta.

Lo que viene este otoño 2010

Faldas sesenteras (semi-largas)



Pantalón campana

Capa
Print Leopardo

Pantalón pesquero

Algo nuevo e irresistible

Sí...nueva colección, novedad en la marca, nueva línea de maquillaje de Burberry: Burberry Beauty.

¿Seremos capaces de pasar cerca de estos productos sin dejarnos llevar por la tentación? Yo advierto: no!

Las fotos de las modelos maquilladas para su campaña me encantan.. Muy de tendencia con el estilo de maquillaje que se va a llevar este otoño 2010.


Trucos del Almendruco (del Yo Dona, en realidad)


Traigo noticias frescas… Y qué frescas, oiga!!!! Bueno, más bien trucos frescos. De la revista Yo Dona on line, ni más ni menos. De maquillaje. Y de algunos de los mejores: Gato, maquillador de Maybelline; Miguel Álvarez, de Max Factor; Stephanie Peirello, de Helena Rubinstein, o David Bello, de Chanel. Cuatro expertos que nos desvelan sus trucos para lucir perfectas este verano.

-Tez uniforme
Para conseguir una piel lisa y sin poros (la piedra filosofal, para mí), Gato, maquillador de Maybelline, recomienda extender la base con las yemas de los dedos, "como si de una hidratante se tratara". Luego, hay que aplicar el corrector en las ojeras y puntos de luz, "pero dando ligeros toquecitos, sin extender, para conseguir la máxima fijación del producto". Por último, y para crear un rostro con volumen, no plano, lo ideal es apostar por un colorete melocotón, "que resalte el pómulo, sin apenas matiz de color". Para lograrlo, lo mejor es optar por una brocha grande -que no defina los contornos- y aplicar el producto "desde la mitad del pómulo y con movimientos circulares".

Debo decir, y ahora es Rosa la que está hablando, que desde que conocí el pincel para aplicarme la base, no uso otra cosa. Hace que gaste menos producto, se extiende mucho mejor y queda muy, muy natural. Con los dedos me da más sensación de suciedad y como que el maquillaje se me va a absorber como si fuera una crema hidratante. Será una manía, lo sé, pero…Es cuestión de probar, eso sí.

Y añado yo un truco que le escuché a Gato para el maquillaje de ojos en un vídeo de Tuimagenpersonal: cuando se va a hacer un maquillaje ahumado, la sombra oscura hay que extenderla en todo el párpado móvil (sin llegar al lagrimal, para que esa zona quede con más luz) hasta donde llegan las pestañas. Me explico: no hay que aplicarla más arriba de donde nos llegan las pestañas con el ojo abierto (obvio, por otro lado, porque si no nos aplicaríamos la sombra hasta el pómulo), sino que, a partir de ahí, hay que empezar con la sombra clara hasta la ceja. Nota: esto no sirve si tienes las pestañas muy largas, como yo, porque entonces te tendrías que poner la sombra oscura hasta la ceja, y eso es muy ochentero y un poco feo, dicho sea de paso. Y otra cosa más: al extender la sombra oscura hacia fuera del ojo, no hacerlo más allá de lo que sería el “rabillo” y además hacerlo hacia arriba, para que el ojo no se vea caído.

-'Smoky eyes'A la hora de hacer un ahumado, es importante empezar por el tono más claro e ir ganando en intensidad. Un buen truco para evitar ensuciar el maquillaje es "aplicar primero la máscara de pestañas, puesto que al hacerlo hay que apoyar los dedos en el párpado", explica Miguel Álvarez, maquillador de Max Factor.
La verdad, yo prefiero ponerme la máscara al final, para ver el efecto impactante que tiene. Que una es un poco peliculera…
Y he leído que otros maquilladores tienen justo el truco contrario: aplicar primero la sombra más oscura y acabar con la nacarada que se pone bajo el arco de la ceja y en el lagrimal. Yo prefiero poner una de tono medio o de base (en color piel, o champagne, o beige, pero mate) en todo el párpado, poner luego la oscura poquito a poco y el lápiz, y acabar con la nacarada en las zonas donde quiero dar luz. Así sigo todos los trucos a la vez y ningún maquillador se me mosquea.

-Hidratación extra
Stephanie Peirello, maquilladora de Helena Rubinstein, lo tiene claro: "La mayoría de las mujeres no utiliza hidratación en el contorno de los ojos y los labios, y esto marca la diferencia en el resultado final. Además, se suele abusar de las texturas sobre la piel. Las mujeres tienden a pensar que la base va a disimular las arrugas, poros e impurezas de la piel, pero es todo lo contrario. Aplicar sombras bajo los ojos tampoco es buena idea, puesto que hacen parecer mayor". Para conseguir mejores resultado, la experta aconseja "elevar un poco los extremos exteriores de los ojos y evitar perfilar la línea de las pestañas del párpado inferior".
Y digo yo…si no debemos perfilarnos la línea de las pestañas inferiores, y debemos evitar aplicar sombras en esa zona…¿cómo nos hacemos un ahumado? ¿Renunciamos a él a partir de cierta edad? (ahora que lo pienso, sí, creo que a partir de cierta edad el ojo ahumado queda muy duro, ¿no?). Con lo que sí estoy completamente de acuerdo, para que no digáis que soy una tiquismiquis que pone las cosas y luego las critica, es con lo de la hidratación y lo de abusar de las texturas.

-Asumir riesgosDavid Bello, maquillador de Chanel, recomienda arriesgar en maquillaje. "Hay que atreverse con las tonalidades. Mi recomendación es que las pieles sean muy limpias, transparentes, que no se aplique más base de la cuenta. Luego, hay que coger el pincel sin miedo y aplicar la sombra desde fuera hacia dentro. Así se controla la cantidad y el acabado".

Aquí le voy a hacer caso a David Bello en lo de la aplicación de las sombras sin dudarlo. Más que nada, porque lo vengo haciendo desde hace tiempo (una, que es muy lista; y no tiene abuela). En cuanto a lo de arriesgar…mejor probar en casa algún día antes del momento para el que nos estemos maquillando, no vayamos a ir de boda maquilladas como Lady Gaga o Sara Montiel. Pero está bien de vez en cuando atreverse con algo nuevo, como un labio rojo, o una sombra diferente a la que solemos llevar, o un eyeliner marcado…
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