No podía salir un número fácil, no. No te digo ya entre los doce que había. Podría haber sido un 35, o un 17, o un 99, incluso. Pero no, para seguir la estela de cómo son las cosas últimamente, el número tenía que ser porcul...digo, complicadillo.
El 13500, señoras. Que menos mal que especifiqué que contaríamos las dos últimas cifras del número, porque si llego a considerar las tres últimas, me puede dar algo.
El 13500, señoras. Que menos mal que especifiqué que contaríamos las dos últimas cifras del número, porque si llego a considerar las tres últimas, me puede dar algo.
En fin, que como los dos ceros los contamos como el número 100, contando desde el 12 en adelante como si empezáramos de nuevo, el número 100 corresponde al.......tachán, tachán tachántachántachántachántachántachántachántachánchaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaannnnnn (anda que....como si no hubiérais hecho ya los cálculos mientras digo gilipolleces de intriga):
¡El 4! ¡Luce, eres la ganadora! ¡Enhorabuena!
Y sí, ahora toca decir a las demás eso de que bueeeeeeno, que no pasa nada, que lo importante es participar...¡Y una mierddddddddddd! (huy, perdón, si yo no soy la que participa, que soy la que organiza...joder, Rosa, cómo estás hoy). Bueno, miradlo por el lado bueno: no os ha costado un pavo participar (salvo que tengáis que conectaros en un cyber y escribáis lentito como una tortuga), y os vais a llevar de premio de consolación el súper post que voy a redactar con vuestros consejos de las rutinas y los productos que mejor os funcionan. Y os digo que, por lo que he leído, será muy interesante.
Además, como os decía ayer, haremos más concursos en breve y periódicamente con buenos premios, así que no os desaniméis. Ni os enfadéis, como éste...
Luce, por favor, ponte en contacto conmigo en mi e-mail para organizar el envío del premio a donde quieras.