La tarde de un domingo cualquiera.
-Cariño, ¿qué has estado haciendo en el baño todo este rato metida?
-Ay, hijo, pues lo de cada domingo: mirarme en el espejo, verme regular (y no porque me haya quitado las gafas), acercarme mucho, verme fatal y pensar que tengo muchas cosas que hacerme, y ponerme manos a la obra.
-Pero, vida, si tú no necesitas tanto arreglo. Estás estupenda...
-Si, amor, pero la luz que hemos puesto nueva en el baño es muy traicionera. Me he visto tan mal que me he puesto a limpiarme la cara, exfoliarme, apretarme los puntos negros, hidratarme, echarme serums antimanchas, antiedad y antitodo, volver a apretarme algún punto negro nuevo, depilarme las cejas, y depilarme las piernas. Por cierto, hay que cambiar la bolsa de la aspiradora, que con esto de la mudanza llevaba dos semanas sin depilarme las piernas y después de hacerlo parecía que había mudado el pelo un pastor alemán (yo es que tengo la suerte de tener mucho vello rubito...).
-Bueno, preciosa, ahora estás más estupenda aún.
-Gracias, cariño. Por cierto, con esta luz nueva del baño me he dado cuenta de que lo que yo creía que era pelusilla rubia y casi invisible en mi bigote eran más bien pelos a lo Macario. ¿Tú te habías dado cuenta?
-.......
-¿No dices nada?
-......
-O sea, que sí que lo pensabas. Que parecía Cantinflas. Y tú sin decírmelo... ¿A qué esperabas? ¿A que me hiciera cosquillas en la barbilla con esos pelos para que me diera cuenta por mí misma?
Vale, esta conversación es ficticia. Aunque lo de que me he estado arreglando en el baño no. Me gustan estos momentos para mí, para arreglarme tranquilamente y quedarme suavita. Y también es verdad lo de que con la luz nueva que tenemos en el nuevo baño me he visto más pelitos en el bigote que nunca. Qué horror, madre.
Y lo peor es lo que me ha hecho pensar. ¿Todo el mundo pensaría que vaya bigote llevo y que cómo es posible que no me lo depile, y yo sin saberlo? ¿Pasará con más cosas de mi anatomía o mi estilismo?
Bueno, pues para que no me pase a mí ni os pase a vosotras, vamos a ver algunos remedios y productos que nos evitarán estos pensamientos:
-Para esa celulitis que todas nos vemos, pero que nos vemos aún peor en las fotos en bikini y nos preguntamos siempre "¿yo tengo toda esa celulitis?", el mejor producto que he probado es Body Creator, de Shiseido. La buena noticia es que para este año han sacado una nueva versión, mejor aún. Por lo que leí en The Beauty Blog, sale a la venta a finales de febrero, creo. Ya he pedido un palé en el BodyBell...
-Para tener una melena de cine, suave de verdad, estoy descubriendo el aceite de almendras. Lo compro en Mercadona, me lo pongo en medios y puntas la noche antes de lavarme el pelo, y se queda súper suave. Además, lo nutre mucho. Los aceites están de moda ahora para todo, e incluso Kerastase ha sacado uno que al parecer es buenísimo, pero mienstras no me lo puedo permitir me compro este que me cuesta unos pocos euros y dura un montón. Ah, y os lo podéis poner también en las pestañas para fortalecerlas. Otra cosa que me hace tener el pelo híper suave es la plancha GHD. Alucinante.
-Para una piel como la seda, la exfoliación es la mejor arma. Para el cuerpo yo sigo el truco casero de mezclar sal con el gel de baño. Y para la cara uso el exfoliante de Garnier Pure. Deja la piel muy fresquita y además evita que salgan granitos, cosa que en estos momentos agradezco mucho porque se me está poniendo la cara como una paella desde hace unos días por la regla.
-Para llevar una pedicura y una manicura impecables, nuestro amigo Mercadona sale en nuestra ayuda con un montón de productos. Tengo la lima triple (ésa que tiene varias partes, y una pule, otra abrillanta, otra da forma...), el quitaesmalte sin acetona, la crema de manos de aloe vera, la crema de pies reparadora de grietas, la lima para las durezas, y un montón de esmaltes. Y se quedan las manos y los pies estupendos. Por cierto, soy de la opinión de que, aunque no se nos vean los pies en invierno, siempre hay que llevarlos arreglados.
-Para oler fenomenal, o mejor dicho no oler a nada más que a limpio, mi desodorante favorito es Deopure, el desodorante en gel de Biotherm. No mancha, dura un montón y es realmente efectivo. Y, por supuesto, no debe faltarnos nuestro perfume. Si os lo aplicáis en las zonas de calor del cuerpo (las sienes, las muñecas, detrás de las rodillas) y además antes os ponéis algo un poco graso, como la crema del cuerpo o un poco de aceite, sin olor claro, el aroma durará más.
-Para depilaros las cejas correctamente, antes debéis tener bien claro el dibujo que hará la ceja. Tened en cuenta que el diseño de las cejas es muy importante para darle expresión a la mirada en particular y a la cara en general. Por eso, lo mejor es pintar, con un lápiz de ojos blanco, los pelitos que depilaréis y miraros en el espejo para ver cómo queda la forma en vuestra cara. La zona donde esté el arco más alto debe ser justo donde está la pupila si miráis al frente. Y la ceja debe llegar hasta donde llegaría un lápiz si lo ponéis en línea recta desde la parte exterior de vuestra nariz hacia la sien. Por cierto, creo que es mejor no usar un espejo de aumento para realizar esta operación pelos fuera, porque os podéis pasar depilando y quedaros con cara de susto o avejentar vuestra expresión. De hecho, creo que hoy con la luz nueva del baño me he pasado depilando, y mirad cómo me he quedado: