Lo sé, he estado más perdida que la MariTrini, pero es que no tenía tema del que hablar. Ni los ojos demasiado bien para estar un rato frente a la pantalla. Ni mucho tiempo, que parece que cuando una está en el paro lo que más tiene es tiempo, pero no, cuando una está en el paro pero al mismo tiempo tiene un negocio de ocio nocturno (por no llamarlo bar) lo que menos le sobra es precisamente el tiempo ni energías.
Pero la espero que la espera (valga la redundancia) haya merecido la pena, porque vengo con novedades por partida doble. ¿Y eso por qué? Pues porque el otro día me regalaron este pedazo de neceser con todas estas muestras (la verdad es que la chica de Álvarez Gómez se porta fenomenal conmigo cada vez que le compramos los perfumes):
Y, buscando información en Internet sobre los productos Kanebo que me regaló, descubrí la filosofía japonesa que esta marca lleva a rajatabla y que consiste en la “Doble Limpieza, doble hidratación”.
Esto quiere decir que en Japón, como le dan tantísima importancia al ritual de la limpieza de la piel (igual que a la ceremonia del té), lo toman como un proceso que consta de varios pasos y que además de limpiar la piel ayuda a relajarse totalmente. Por eso no sólo desmaquillan la piel, sino que además la limpian a conciencia. Cada día. Cada mañana. Se pasan 15 minutos limpiándose la piel cada vez. Y no, los días en Japón no tienen más horas que los nuestros.
Así que yo, gracias a estos productos de Kanebo, he adoptado la misma filosofía los días que me maquillo (es que, como os decía, no me sobra el tiempo precisamente, y cuando no me he maquillado prefiero limpiarme la piel como hasta ahora, con mi limpiador o mi jabón natural y mi esponja natural de Kiko que os enseñé el otro día). Entonces, cuando me he puesto base de maquillaje y demás, antes de limpiarme con el limpiador al agua o el jabón me desmaquillo con este aceite de Kanebo:
Que, a priori, podría parecer que no es nada adecuado para mi piel grasa (que, por cierto, el otro día una asesora de belleza de Mary Kay, marca que me ha encantado, me dijo que la tengo mixta, y la creo). Pero no. Yo me echo el aceite en las manos, lo extiendo en mi cara, masajeo suavemente para desmaquillarme, y me enjuago la cara con agua tibia. Y después ya me limpio con el jabón, como normalmente. Y la piel se queda suave, limpia pero relimpia, y con ninguna sensación de grasa. Es más, me levanto con la piel mucho mejor, más descansada. Así que os recomiendo eso, que cuando os hayáis maquillado, primero desmaquillar y después limpiar. Además, hay suciedad como la del maquillaje o la grasa de la propia piel que sólo se elimina con productos como el aceite porque con el agua no se disuelve bien, por eso es importante este paso antes de la limpieza con un producto al agua. Vaya rollazo que os estoy metiendo, ¿eh?
Kanebo habla también de la doble hidratación (ponerse primero una crema, y después otra), pero la verdad es que eso ya me parece demasiado para mi piel. Con una hidratante y además la crema con el factor de protección 50 tengo más que de sobra. Al menos de momento…
Otra información relacionada con las cosas dobles: he descubierto la mejor brocha para aplicarme la base de maquillaje. Yo antes usaba esta de Elite Pro, que me encanta también:
Pero, aunque esta me gusta mucho y deja la piel muy bien, la que me he comprado de Mary Kay me gusta más todavía:
Esta brocha deja un aspecto aún más natural que con la otra, y además hace que no tengas que ponerte apenas producto. Con tres gotitas de nada tienes para toda la cara, aunque a priori pienses que no. Por eso, ya tengo dos brochas para ponerme el maquillaje, según quiera que quede más natural o más cubriente.
Por cierto, que estoy usando estos días este maquillaje de Dior que me regalaron con el neceser que os he enseñado antes, y me gusta mucho. Es súper natural, suave, no deja sensación de pesadez ni de máscara, evita mucho los brillos y dura todo el día. Maravilloso.
¿Más dobles? Pues ya sabéis que hace tiempo vengo usando los correctores de Bobbi Brown, y lo hago en dos pasos. Primero el precorrector (el que viene en la cajita individual), y luego el corrector y los polvos sueltos para fijarlo. Los mejores que he usado hasta el momento, desde luego.
Y un último apunte de cosas dobles que vi ayer en la web de Estee Lauder: cuando te pones los polvos sueltos o compactos, tienes que hacerlo en dos pasos. Primero pasas la brocha por los polvos por una parte lateral de la brocha, que es la que apoyas en tu rostro (no la punta de la brocha, sino el lateral, imagina que la brocha está paralela a tu cara, y por eso es un lateral de la brocha lo que está tocando tu piel) . Entonces, sin levantarla la giras unos 180º, como si hicieras un movimiento “roll-on” que es lo que ellos dicen, para que los polvos se fijen en tu piel. Y después, con la parte limpia de la brocha (la de arriba, poniendo ya la brocha perpendicular a tu rostro), la pasas por la misma zona para difuminar los polvos. ¿Me explico u os habéis quedado con más dudas que Los Panchos?
Qué os parece? ¿Más ideas de dobles que no impliquen a Feliciano López ni a Fernando Verdasco, que os veo venir…?