PROMOS

CherryLips

A ver, señoritas, que después de las lecciones de bienestar y mejorculete que os di en el último post vengo en plan sargento a comprobar que habéis empezado a poneros las pilas.

¿Quién ha dado un paso al frente? ¿Quién está comiendo mejor? ¿Quién ha empezado a mover algo más que las pestañas para ponerse en forma? Y, más importante, ¿quién está animada y dispuesta a disfrutar en el proceso de buenorramiento?






Mirad que la Semana Santa es dentro de menos de cinco días, que el buen tiempo y el nuevo horario ya están aquí y que luego andamos con lloros en los probadores…


Os digo todo esto además porque hoy os voy a presentar una marca de bañadores y bikinis que os va a encantar por su originalidad y su calidad, y mola más pensar en estas prendas cuando una ve que se está cuidando y los resultados se están viendo poco a poco. Seguramente algunas los conozcáis, se llaman CherryLips. Y no hace falta tener un cuerpo de modelo para que sienten bien, porque están muy bien hechos.


Además, no son unos bikinis o bañadores cualquiera, porque tienen un adjetivo que los diferencia: son bikinis joya. ¿Que qué quiere decir esto? Pues mejor que nos lo cuenten ellos mismos (los creadores, no los bañadores, que todavía no les han enseñado a hablar):


“Nuestros diseños buscan celebrar la belleza y la elegancia de la mujer actual, con un producto exclusivo y contemporáneo, que es fruto de la mezcla de tendencias europeas y americanas.

Las piezas están trabajadas en lycra italiana de la mejor calidad caracterizada por su finura y ligero brillo, cuyo corte se realiza con patronaje brasilero. Los acabados de la tela, forro protector y copas push-up garantizan la practicidad y comodidad de la prenda.

Así también, las "piezas joya" están compuestas por piedras semipreciosas como turquesas, corales, ágathas, perlas de río... procedentes de América Latina, accesorios procedentes de EEUU, así como cristales de la casa Swarovski y terminaciones de plata de alta calidad.

Bienvenidos a una nueva era en los bikinis, bienvenidos a "CherryLips Swimwear".

A mí, desde luego, la filosofía de la marca me gusta. Y me gusta también que le den importancia a la calidad, al diseño y la originalidad. Porque hay ciertas cosas que le pido a los bikinis (y digo bikinis porque no me pongo bañador desde que cumplí nueve años y tuve que desterrar mi bañador de los pitufos a mi pesar, que ya no daba más de sí con mi estirón): No me gusta llevar un bikini cuya licra dé de sí a los dos baños y se me caigan las braguitas, literalmente. O se me ahueque la parte de arriba. O le salgan bolitas si me siento una vez en el borde de una piscina. O empiece a transparentar como si estuviera rozado a las tres puestas. Y no me gusta llevar modelos que lleve todo el mundo. Ni que tengan braguitas que sean de cuello vuelto o casitanga, que algunos parece que no tienen término medio. Y odio, odio, odio esas partes de abajo con las que tienes que elegir entre enseñar la hucha o enseñar más del 75% del cachete… ¿A que os ha pasado algo de esto más de una vez?

Pues esto no pasa con CherryLips Swimwear.

Además, ahora podéis aprovechar la oportunidad de conseguir un descuento de entre el 20% y el 30% si contactáis con ellos vía Facebook (tenéis que hacer antes un “Me gusta” en su página CherryLips) o en su mail info@cherrylips.es y diciendo que escribís de parte del blog Beauty Affairs. Merece la pena, porque son bañadores y bikinis de un precio medio-alto justificado por su calidad.

Ahora mismo tienen la web en construcción pero en breve podréis visitarla y ver con detalle todos sus modelos, pero aquí os dejo unas fotos mientras. Y, por cierto, después de Semana Santa van a exponerlos durante 10 días en la Fundación Adolfo Domínguez, por si queréis echarles un vistazo las que estéis por Madrid…



















Éste es el modelo Shambala, que además puede hacerse bikini. Bonito, ¿eh?

¿Qué, damos por inaugurada la temporada de pensar en los próximos bañadores que nos pondremos y que quitarán el hipo a nuestro paso?

3, 2, 1... ¡buen tiempo!

El tema del post de hoy seguro que empezará a ser muy común en breve, pues la llegada del buen tiempo, de la moda de primavera en la que enseñamos más nuestro cuerpo y de las ganas que tenemos de estar estupendas de cara al verano hacen que busquemos todas las pautas de la llamada “Operación Bikini”. Y aunque a mí me parece que hay que cuidarse todo el año, y no sólo por estética sino por salud (aparte de porque creo que en dos meses no podemos pretender mitigar los efectos de no cuidarnos nada el resto del año), aquí os dejo algunos tips que yo sigo y me van muy bien.

Vaya por delante que no soy nutricionista, médico, entrenadora personal ni una sabia del bienestar. Pero todos son temas que me interesan y de los que me gusta informarme, además de que aplicando el sentido común en esto ya tenemos mucho ganado. Y quede claro también que cada persona es un mundo, con unas circunstancias, estado físico y gustos propios que deben tenerse en cuenta a la hora de querer comer bien, ponerse en forma y estar bien en general.

En fin, comencemos.

Para mí el pilar fundamental de estar y sentirse bien es el ejercicio. Las que me conocéis sabéis mi afición por hacer deporte siempre que puedo, porque lo he hecho toda mi vida. Y me encanta no sólo porque me hace tener el cuerpo como me gusta (delgado pero fuerte, formado, con brazos que no son dos alambres sino que están definidos, con el culete duro y las piernas torneadas, con la tripa lisa pero sin llegar a ser una tableta de chocolate), sino porque me ayuda mucho también a nivel mental. Duermo mejor cuando hago ejercicio, correr o estar un rato en la elíptica me ayuda a desconectar o pensar un rato en mis cosas, la piel se ve mejor porque la sangre se mueve más rápido y le lleva más nutrientes… Así que, como os imagináis, os aconsejo por encima de todo que os mováis. Si no podéis o no os gusta ir al gimnasio, buscad una actividad que os motive, como bailar, salir a andar a paso ligero con amigas, hacer yoga (estoy deseando probarlo porque además de ser muy bueno para la mente dicen que fortalece y alarga los músculos y mejor la postura) o algo parecido. Si el tiempo es el problema, intentad aprovechar momentos y actividades cotidianas para tonificar los músculos: agachaos con la espalda recta cada vez que tengáis que coger algo del suelo, apretad y soltad los muslos cuando estéis sentadas, andad un rato de puntillas, id andando todo lo que podáis… (mirad que tontería: cuando estaba en lo que era C.O.U. –yo es que soy de la LOGSE e hice 2º de Bachillerato-, y tenía clase de filosofía, me la pasaba con los glúteos apretados, toda la hora, y no sabéis cómo me funcionó).
Como veis, no he dicho nada nuevo o que no supierais ya…






Segundo pilar. Sí, lo habéis adivinado: alimentación. Y aquí no voy a recomendar ningún tipo de dieta ni a decir la perogrullada de que hay que comer de todo pero de manera moderada, porque eso está claro (aunque el otro día unas personas que saben mucho del tema me contaron que, según tu grupo sanguíneo, hay determinados alimentos que pueden sentar mal a tu organismo y hacer que no adelgaces por mucho que comas sólo verduras, por ejemplo; prometo informarme más de esto y contároslo más detalladamente otro día). Yo como de todo y en la cantidad que me apetece, porque tengo la suerte de tener una constitución muy agradecida. Aparte de que el deporte ayuda. Pero, por otro lado, soy mucho de comer sano, aunque el dulce me pierde. Así que os voy a dar una receta, en plan maruji, pero que me encanta. Es una ensalada, lo cual hace que sea un plato sano por las verduras, pero al mismo tiempo lleva otras cosas y un aliño que la hacen completita. Yo acabo de hacérmela para almorzar y me gusta mucho porque me llena y porque me quita las ganas de dulce que me dan siempre después de comer. Os cuento: se hace con canónigos, espinacas o una mezcla de estas que vienen en bolsa de ensalada Gourmet, lo que más os guste. Y le pongo nueces, queso azul, parmesano o de cabra, y pasas. Y el aliño lleva aceite de oliva (que llene el fondo de un cuenco), una cucharada y media de miel que hay que diluir en el aceite moviéndolo con la cuchara, una cucharadita de mostaza de Dijon que se mezcla con lo anterior, y vinagre de Módena al gusto. El aliño debe quedar un poco cremoso o denso por la miel y la mostaza, y ácido por el vinagre. Y se echa encima de la ensalada. Si la probáis me decís, pero a mí me pirra, la verdad.
Otra cosa que me gusta mucho tomar, y lo hago antes de desayunar, es un vaso de agua templada con zumo de limón y miel. Seguro que más de una vez habéis leído o escuchado hablar sobre esto, dicen que es muy bueno para eliminar toxinas. Yo lo que sé es que es una forma de tomar vitamina C, y que ayuda a ir al baño.
Y también me encantan las infusiones, sobre todo por la noche. Una buena forma de beber agua (ya sabéis eso de los dos litros diarios), de relajarse, de entrar en calor cuando hace frío o refrescarse si hace calor y les ponéis hielo, y de aportar al cuerpo elementos minerales beneficiosos, según la infusión. Esta mañana me he comprado en Mercadona una que se llama “Bienestar” y es de tila y naranjo. Está rica (yo me la tomo sin azúcar ni nada, por cierto), y además ayuda a hacer mejor la digestión y relajarse…



Tercer pilar: los cuidados cosméticos. A mí no me cuesta nada ni me da ninguna pereza ponerme mil cremas cuando salgo de la ducha. Es más, me encanta. Por eso adoro ponerme mi reafirmante de pecho, mi reafirmante para las piernas y los glúteos (los que tengo ahora son los que os conté de Skin Method, y me encantan), mi hidratante para el resto del cuerpo… Y me gusta ponerme el exfoliante corporal, la mascarilla en el pelo, o cualquier otro producto que sepa que será bueno para mi piel. Pero entiendo que hay gente a la que le da mucha pereza o no tiene tiempo para tanta cosa. Mi consejo: los aceites de baño, los productos dos en uno, tomarse la aplicación de las cremas como un momento de relax… Y un truco que el otro día dijo Ariadne Artiles en su blog: acabar la ducha con agua muy, muy fría, al menos en las piernas y los glúteos, con los músculos contraídos. Doy fe de que se nota mucho en la firmeza de la piel. Y además tienes menos sensación de frío cuando sales de la ducha. Lo ideal es hacerlo en todo el cuerpo, pero a ver quién es la valiente que lo hace con las temperaturas del invierno… (yo, desde luego, no).





Y, por último, creo también que lo más importante es disfrutar de todo el proceso. Visualizaos con el aspecto o el cuerpo que os gustaría tener para motivaros, pensad en esa ropa de primavera y verano que tenéis esperando en el armario para poneros y lo bien que os sentará si os cuidáis un poco, disfrutad comiendo bien y haciendo ejercicio, relajaos mientras os queréis un poco, pintaos las uñas de colores vivos, subid el tono de vuestro colorete, poneos protección solar y cuidad vuestro pelo, que la primavera está detrás de ese cristal:

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