





¡Nos vemos a mi vuelta!






¡Nos vemos a mi vuelta!
A pesar de ser vaquero, la tela es finita y no da nada de calor. La falda tipo pareo y el cinturón alto le dan el toque moderno, que ya sabemos que un vestido vaquero puede ser el colmo de la modernidad o de la horterada. Y debajo me puse una camiseta blanca porque con mi tendencia a encorvarme y con el escote que tiene (nada del otro mundo, la verdad) se me puede ver hasta el foam del sujetador si me descuido.
Aunque en las fotos lo llevo con unas cuñas altas (muy altas) de Bershka, para ir a trabajar lo llevé con unas sandalias planas blancas made-in-la-tienda-del-chino-pero-monísimas, por no enseñar tanta pierna en la ofi y además ir más cómoda.
Como único complemento llevé el bolso de Chloé que os enseñé ayer.
Cambiando de tema, y para hablar de belleza, que es de lo que trata este blog básicamente, os cuento un par de cosas:
-Hace cosa de un mes compré los polvos compactos Bio Detox de Bourjois, buscando unos polvos matificantes que ponerme cada día. Me gustó mucho su envase, su precio y lo que se hablaba de ellos, además del hecho de ser bio. Pues un bluf, chicas. Al menos a mí me dejaban la cara como si fuese un muñeco de cera, como brillante pero de una manera muy rara. Para las que quieran un resultado satinado a lo mejor les va bien, pero a mí no. Sin embargo, se los di a la hija mayor de mi chico por si le iban bien y le encantan…
No es que se aprecie mucho lo que llevaba, pero es la única decente que he encontrado. Eso sí, puedo decir que iba muy cómoda (salvo cuando tienes que ir al baño, que con estos monos te quedas medio en cueros en el servicio y estás rezando para que nadie intente entrar y la puerta se abra…).
Pero no sólo vais a ver esta foto hoy. He estado pensando que, si quiero que mi economía tenga una salud medio buena, no puedo estar probando todo el tiempo productos nuevos para contároslo. Pero el blog tiene que tener contenido. Por eso, inspirándome en grandes amigas fabulosas como Lidia de lidiaconzapatosnuevos, o Crisús de losexperimentosdecrisús (y sin llegarles ni a la suela de los zapatos, todo sea dicho), he decidido, de vez en cuando, poneros alguna foto de mi estilismo del día.
No serán unos looks chic ni trendy seguramente, sino más bien looks “working girl”. Porque yo en mi día a día, para ir a la oficina, no me puedo permitir ponerme unos stilettos maravillosos si quiero aguantar toda la jornada sin un esquinge, ni lo último en shorts sin sentirme fuera de lugar, ni una combinación de estampados que está súper de moda pero que no es para ese ambiente. Aunque todo ello me encante. Me veréis con camisas blancas, con faldas a la rodilla, con pantalones rectos, con vaqueros incluso, pero todo en plan “normal”.
Como aquí, con la ropa que llevaba ayer:
Como veis, algo muy ponible, cómodo y adecuado para cualquier trabajo en una oficina. Que, además, se puede “sofisticar” un poco si en lugar de las bailarinas le ponemos unos salones y le añadimos un doctor bag:

PD: Ya que hablamos de liarnos la manta a la cabeza, os puedo hablar del champú que llevo un mes probando para poder contaros sobre él con propiedad. Flipad: es un champú para caballos (habéis leído bien, cabAllos, no cabEllos) que promete dejar el pelo (bueno, las crines) brillante, sedoso y con fuerza. Lo compré porque me habían hablado maravillas de él por muchos lados. Y, de hecho, lo compré en el veterinario (un bote de litro por 7,50€, está genial) no sin cierta vergüenza al preguntar por él. Pues el chico me dijo que es un champú que está comprando mucho la gente últimamente, y que al parecer las chicas gitanas lo llevan usando toda la vida. Y doy fe de que cumple lo que promete. Totalmente. Tengo el pelo más brillante, con más cuerpo, se me rompe menos, no tengo ni una punta abierta, y me está creciendo más rápido (eso sí, lo alterno con otro champú para personas, que conste). ¿Cómo os quedáis?