Se acerca el verano, las bodas, las comuniones, bautizos y seguimos con la piel blanquita y pálida del verano. Para estos casos suelo acudir antes de llegar el calor a darme unas cuantas sesiones a un centro de bronceado.
No soy de las que se ponen muy morena en la playa y por ello unas 3 sesiones antes de empezar a tomar el sol, en mi caso estimulan la producción de melanina y así es más fácil coger algo de color los primeros días de playa. Recomiendo no abusar de las máquinas de rayos uva y siempre ir a centros de alta calidad.
Lo más importante antes de decidirte por un centro u otro es saber la tecnología de sus máquinas de rayos uva. Que su mantenimiento esté al día también es esencial.
Además de esto es importante que el centro tenga personal cualificado. Que puedas llegar y te aconsejen de forma personalizada es una maravilla. Sabrás aconsejarte sobre las sesiones qué necesitas para coger algo de tono, y te dirán de cuánto tiempo puedes tomarlas.
Cuando ya hayas descubierto qué centro de bronceado cumple estos requisitos tienes que recordar que no puedes entrar en la cabina de bronceado con cremas y perfumes, podrían salir manchas y ¡eso no queremos!
Por supuesto también tengo algunos consejos para quienes van a darse unas sesiones de bronceado a un centro especializado.
Antes de ir es bueno que exfoliemos nuestro cuerpo. Tendremos que hacerlo con cuidado, no sea que nos dañemos y en lugar de mejorar el bronceado… Podéis hacer uso de exfoliantes hechos en casa o usar alguno de los que ya os he recomendado. Os dejo un link a mi apartado de exfoliación.
Otra cosa muy importante es la hidratación. Hidratarnos por fuera y por dentro. Por fuera lo haremos con cremas hidratantes y por dentro con la ingestión de líquidos y comidas que ayudan a mejorar la hidratación del cuerpo.
Y vosotras, ¿Utilizáis máquinas bronceadoras?
Hola: no soy de utilizar máquinas bronceadoras porque nunca tengo tiempo libre para poder pasarme por un centro de bronceado o similares. De todas formas, tus recomendaciones son muy útiles para coger algo de color.
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