No voy a hablar sobre la historia de maquillaje de Bobbi Brown, sino de mi historia de maquillaje en la tienda Bobbi Brown.
Me refiero a que estoy probando varios productos de maquillaje y cosmética de alta gama que quiero compartir con vosotras. Porque me han regalado unas cuantas muestras y porque el jueves aproveché las circunstancias para acercarme al stand de Bobbi Brown a comprarme algunas cosillas. Me dejé una pequeña pasta para como están las cosas, pero mereció la pena. Os cuento lo de Bobbi Brown, y en otro post lo de las muestras.
Todo empezó después de ver un vídeo en la web de Harper’s Bazaar donde el make up artist de Bobbi Brown Rubén Acosta explicaba cómo maquillarse en cinco minutos con cinco productos y estar maravillosa. A mí, desde luego, me convenció.
Total, que después de verlo, si ya hacía tiempo que quería comprarme algunas cosas de esta marca, ahora ya lo necesitaba. Y, como os decía, me escapé una tarde al stand de Bobbi Brown.
Iba con las ideas claras, y así se lo dije al chico cuando me atendió: “Necesito un corrector que de verdad me tape las ojeras de una vez por todas, un colorete en crema, y una barra de labios que no me haga verme rarísima cuando me la ponga”. “¿Tienes tiempo?” me dijo. Dudé si me quería decir que los milagros a Lourdes, pero no.
Entonces empezó la transformación. Lo primero que me puso fue el precorrector, lo que en esta marca llaman “Corrector”. Yo creía que era una estrategia de marketing más para venderte un producto aparte del corrector propiamente dicho, pero qué equivocada que estaba. El cambio fue alucinante. Me lo puso sólo en la zona bajo el lagrimal, donde está la ojera propiamente dicha, como lo hace Rubén Acosta en el vídeo. Y de repente ya no tenía ninguna ojera. NINGUNA.
Cuando le dije que sí, me hizo un gesto para que entrara dentro del stand y me sentara en la silla para empezar a probar conmigo todo lo que me iba bien. Lo primero que hizo fue desmaquillarme la zona de la ojera (eran las siete y pico de la tarde, me había maquillado a las siete y pico de la mañana y llevaba una semana dura, así que imaginad el estado de mi cara) y ponerme un contorno de ojos. Suspiró aliviado al ver que mi piel reaccionaba positivamente a la hidratación y desaparecían los signos de cansancio. Yo también.
Entonces empezó la transformación. Lo primero que me puso fue el precorrector, lo que en esta marca llaman “Corrector”. Yo creía que era una estrategia de marketing más para venderte un producto aparte del corrector propiamente dicho, pero qué equivocada que estaba. El cambio fue alucinante. Me lo puso sólo en la zona bajo el lagrimal, donde está la ojera propiamente dicha, como lo hace Rubén Acosta en el vídeo. Y de repente ya no tenía ninguna ojera. NINGUNA.
Los signos de fatiga eran historia. Entonces, pasó a aplicarme el “Creamy Concealer Kit”, que es el set donde vienen el corrector como tal y los polvos sueltos para ponerte encima y que no se mueva y eso fue ya la caña. Además de no tener ojeras, tenía buena cara. Tenía luz en la mirada (“se te nota en la mirada, que vives enamorada”). Tenía lo que suele tener la gente normal: la cara descansada. Ahí le declaré amor eterno a Bobbi Brown.
Luego, pasamos al colorete en crema. Me enseñó el “Pot Rouge for Lips and Cheeks” en el tono 6 Powder Pink diciéndome que le encantaba. Al verlo en el tarrito dudé de que me quedara bien (e incluso que me gustara), pero de nuevo me equivocaba. Con un pincel me dio un toque en cada manzana de las mejillas y entonces me lo extendió con los dedos (hacia atrás y hacia abajo, hacia atrás, y hacia abajo, como diría Rubén Acosta). Cuando me miré en el espejo, tenía un color maravilloso y súper natural. Me consejo además que cuando me lo aplique no me restriegue mucho la cara, porque entonces se enrojece sola y parece que llevas más colorete del que en realidad llevas, y te pones menos del que en realidad necesitas y al rato parece que no llevas nada.
Y, por fin, el pintalabios. Nunca llevo nada de color en los labios porque me veo rarísima. Y mira que tengo barras, brillos y perfiladores. Pero no. Así que le pedí al enviado celestial de Bobbi que me recomendara un color que realmente me favoreciera. Me puso uno que era exactamente el tono de mi labio pero en su zona más oscura, lo cual era muy natural. Era como tener los labios más destacados, pero sin resaltar mucho. Me gustó. Pero estaba animada después de tan buenos resultados, y le pedí que me enseñara algo más atrevido. Algo en rojo o rosa fuerte, acorde a la nueva temporada, pero que igualmente me quedara bien. Y entonces se descolgó con “Rich Lip Color SPF 12” en el tono 11 Rose Blossom. Pfffffffffffff. Precioso en la barra y no os digo puesto. Un tono rosa intenso, tirando a oscuro, que me ha enamorado. Es atrevido para lo que yo suelo llevar, pero me veo tan bien… La compañera que estaba en el mismo stand me decía que me daba mucha luz, y no me pareció que fuera sólo por venderme algo más.
Total, que me fui contentísima del stand. Con 110€ menos en la cuenta, sí, pero con los productos más efectivos que he probado nunca. Decenas de correctores que no han cumplido su objetivo (o no han podido conmigo), varias barras de labios que tengo muertas de risa en mi cesta de los productos de maquillaje, tres o cuatro, o cinco coloretes que me gustan pero que no se acercan a este nuevo en lo bien que quedan… temblad. Además, el maquilador me regaló una muestra de la nueva máscara de pestañas que han sacado, “Lash Glamour Extreme Lengthening Mascara”, que tiene un cepillo de plástico con cerdas muy cortitas y así deja las pestañas súper separadas y naturales.
Es perfecta para el día a día. Y me preguntó qué más me gustaría aprender de maquillaje, para que fuera otro día y me enseñara. Le dije que me encanta el maquillaje de ojos, y que tengo pendiente saber cómo tapar las imperfecciones que tengo en la cara, así que me dejó una tarjeta para que le llame un día y me den cita.
Podéis imaginar mi cara cuando salí de ECI: aparte de magníficamente maquillada (por cierto, le pedí que me diera un poco de polvos sueltos en la frente, porque me brillaba como un lucero) y con unos labios preciosos, con una sonrisa de oreja a oreja.
Soy un poco escéptica con la publicidad aunque reconozco que siempre me llama la atención cualquier producto nuevo que sale y me dan muchas ganas de probarlo, pero desde ahora con Bobbi Brown será diferente. Será mi primera opción.
Soy un poco escéptica con la publicidad aunque reconozco que siempre me llama la atención cualquier producto nuevo que sale y me dan muchas ganas de probarlo, pero desde ahora con Bobbi Brown será diferente. Será mi primera opción.
êsta genial por lo que nos cuentas! besitos!
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