PROMOS

Ya tenemos ganadora !

Bueno chicas! Gracias a todas por participar,pero solo podía ganar una.
El número premiado de la O.N.C.E el Martes 7 fue: 22.662.
El tema es que participasteis 11, pero uno es nulo ya que no es seguidora del blog (lo siento anónimo pero era un requisito imprescindible. Así que en total 10 comentarios.

Hacemos regla de tres, Si 62 es a 100,10 es a 6,2, és decir el comentario 6! Que corresponde a Crisús!! Felicidades!!!



Ahora elige el par de gemelos a tu gusto de Silvia Maeso y envianos tu elección al email del blog: ministeriobelleza@gmail.com

Gracias a todas y suerte en el próximo!

Alimento para el alma

¡Uff, qué místico suena el título! Tranquilas, que no estoy tan zen. Aunque he ido esta mañana a preguntar a un sitio donde dan clases de yoga y creo que me voy a apuntar. Vamos, es que lo estoy deseando. Pero ése es otro cantar que no tiene que ver con lo que os quiero contar.
En realidad, de lo que quiero hablar es de la cantidad de cosas que tenemos en la despensa para ponernos bellas. Más bellas, quiero decir. Y por dos duros.
Sin ir más lejos, el otro día pasaba por el salón de camino al baño con unas cuantas cosas y me preguntaron "¿Qué vas a hacer, una ensalada en el lavabo? Porque es que llevaba aceite, vinagre y sal. ¿Para qué? Pues mirad:

-Aceite para ponérmelo en las puntas (del pelo, no de los dedos, como ya supondréis). Cuando me voy a lavar el pelo al día siguiente (es decir, un día sí y otro no), por la tarde-noche me hago una coleta muy alta, me pongo aceite de oliva en los medios y puntas y me lo recojo en lo que mi amiga Lidia (del blog Con Zapatos Nuevos, no os lo perdáis) llama "un roete". Y así me lo dejo hasta el día siguiente, cuando me lo lavo. Esto sirve para hidratar y nutrir el pelo, y lo deja muy suave. Lo podéis hacer también con el aceite de almendras, como el que tienen en Mercadona, que también lo deja perfecto. Para las más sibaritas que pueden permitirse gastar más (cómo me gusta el anuncio ese de "el que despilfarra, la paga") Kerastáse ha sacado un aceite ideal a base de aceite de argán que por lo visto es la caña. Pero yo pertenezco, de momento, a la sociedad low-cost y me gusta hacer mis truquillos en plan barato.


-Vinagre para el último aclarado del pelo. Como en mi más tierna infancia, cuando mi madre me lo ponía en el lavabo con agua muy fría. Qué gustito, en Granada, en pleno invierno y a cinco bajo cero, con el agua fresquita cayéndote por el cogote. La niña con una pulmonía del quince, pero un pelo de brillante.......Pues ahora me lo pongo igual, pero dentro de la ducha, después de aclararme la mascarilla o el acondicionador. Y luego lo enjuago otra vez. No usar el vinagre de módena, por favor, que ése lleva caramelo y os puede dejar el pelo con rastas. El mejor es el de sidra, pero el normal de toda la vida vale también. Y para las "gastonas" Yves Rocher tiene uno de frambuesa. Que vale sólo 8€, no creais que es carísimo, pero la verdad es que lo compré porque me lo recomendó Mónica, del blog Belleza Natural, y me gusta mucho pero me está saliendo casi a euro la puesta del vinagrito. Eso sí, huele fenomenal, nada que ver con el de los boquerones.
-Sal para la piel del cuerpo. Porque si la mezclas con el gel de baño haces un exfoliante buenísimo y súper barato (a 0,50€ que sale el kilo de sal, y con un gel de baño baratito, ya me diréis). Se queda la piel como la seda. Pero cuidado las que tengáis pieles sensibles. Y no vale la sal gorda, a ver si os vais a quedar como si os hubiera arañado un gato. Sal finita, y frotando con delicadeza, por favor. Por cierto, si mezclais el aceite con la sal fina sale un exfoliante para las manos que además las deja hidratadísimas.

Y luego tenemos muchas más cosas que nos ponen guapas: las bolsitas de té frías para descongestionar los ojos y las bolsas, las rodajas de patata cruda para las ojeras, la zanahoria rallada para las ojeras también (¿habéis descubierto ya cuál es mi mayor problema de belleza?), el yogur para hacernos mascarillas faciales calmantes (o para ponérselo cuando nos hemos quemado con el sol), la avena para molerla y hacer una mascarilla exfoliante y nutritiva mezclándola con miel, el huevo para nutrir el pelo, el tomate para los puntos negros (hay que frotarlo en la cara, dejarlo diez minutos, y aclarar)...Vamos, que ahora que lo pienso no sé qué c#¬o hago comprándome cremas de 40 euros para todas estas cosas...

¿Y vosotras, qué otros trucos naturales de belleza tenéis?

PD: No olvidéis que seguimos con el concurso de los gemelos que Miriam publicó el otro día, aún podéis participar.




"El mejor polvo de tu vida"

Sí, sí, vamos a hablar de polvos. Pero no de los que much@s estaréis imaginando (sí, tú, que has hecho click en el enlace pensando en algo que no tiene nada que ver con lo que voy a contar; pero mira, al menos he captado tu atención; lo que tiene que hacer una…).

De lo que voy a hablar es de Ultraglow, cuyo lema es ése, “El mejor polvo de tu vida”. Se trata de unos polvos, sueltos o compactos (los originales son compactos) que, además de usarse como polvos bronceadores, pueden usarse como base de maquillaje, sombra de ojos, colorete, perfilador de ojos y labios, color de uñas, color de labios y color corporal. En serio. Como os lo digo. Y comprobado por mí. Además, sirven para cualquier tipo de piel, sea del tono que sea. Lo único que hay que hacer es aplicarse mayor o menor cantidad, pero se adaptan perfectamente. Y tienen SPF. Increíble, ¿no?


Había leído de estos polvos en varios blogs y me habían llamado mucho la atención. Pero, al no poder comprarse en España, desistí en mi interés. Hasta que la semana pasada me enteré de que se pueden adquirir a través de la web española http://www.cosmeticaoriginal.com/ Así que me puse en contacto con ellos para informarme. Y Nuria, la persona que me contestó, muy amablemente, me explicó todo. El pedido se hace en su e-mail info@cosmeticaoriginal.com, te lo envían por correo, y lo pagas contra reembolso cuando lo recibas en unas 48 horas (lo cual, sinceramente, me da más tranquilidad que pagar con tarjeta por Internet en sitios que no conozco). 

Además, a través de esta web pueden adquirirse productos de las marcas Spa Royal (depilación con el método del sugaring, mucho más suave que la cera tradicional y más efectiva), Young & Pure (una línea de productos 100% naturales para pieles jóvenes muy interesante), o Cereal’s (productos también naturales que comprenden desde una limpiadora de arroz en mousse hasta un contorno de ojos, un tratamiento blanqueador o tratamientos corporales como el reafirmante de senos).

Y yo, pensando en mi servicio a la comunidad, a vosotras, decidí sacrificarme y comprar estos polvos mágicos para probarlos y contaros mi experiencia. Nuria me envió dos unidades de Ultraglow (para probar las dos versiones, la original y la demi-mate, que es especial para pieles grasas e incluso para hombres) y además un montón de muestras de algunos productos Cereal’s. Con lo cual, cuando abrí la cajita, me quedé encantada.

La noche del viernes probé la versión original de los polvos, y me gustó mucho cómo quedaban porque dan un tono de piel precioso y además un ligero brillo muy favorecedor. ¿El problema? Que con mi tipo de piel el brillo favorecedor pasó a ser a lo largo de la noche un “relucimiento” que no me gustaba nada.

 Así que el sábado probé la versión demi-mate. Y mucho mejor. Al no tener el brillito son más naturales, y me dio la impresión de que duraban más. Y sé que conforme los vaya utilizando me sentarán mejor, porque daré con la cantidad justa que ponerme. Esta mañana me he ido al trabajo con un tono de piel fantástico.


También probé el reafirmante de senos de Cereal’s. La verdad, lo probé por probar, porque la madre naturaleza ha sido taaaaaaan generosa conmigo que me ha dado una talla de sujetador que no se me cae nada, nada. Escasa pero firme, sí señora. Pero nunca está de más la hidratación y la prevención de las estrías. No vaya a ser que me crezcan de repente y tengamos un disgusto. Al principio pensé que el olor del gel era… ¿cómo decirlo? ¿Raro? Pues sí, raro.

Pero Nuria me ha aclarado que es por la alta concentración de aceites esenciales y activos, mayor que en los productos que compramos en las tiendas y más parecida a la de los productos de los centros de belleza. Además, al ratito no se notaba nada.


Ahora me queda probar la loción blanqueadora y renovadora para las manchas de la piel por el sol y el acné (justo lo que necesito) y el gel coadyuvante en el linfodrenaje y la adiposidad localizada (en lo que viene siendo, mayormente, la celulitis y las piernas hinchadas, que diría Fiti). Estoy segura de que me van a gustar.

¿Qué más contaros de estos productos y esta web? Pues que para esta Navidad están preparando kits especiales (como el de los polvos Ultraglow con una brocha especial para aplicarlos, un gel para ducha y pelo de Young & Pure y un limpiador facial de la misma marca) y nuevos productos como las sombras de ojos Ultraglow. Que podéis ver en la web un vídeo sobre los polvos donde explican cómo aplicarlos y todos los usos que tienen. 

Y que, qué leches, que vamos a hacer un concurso para que la afortunada (o el afortunado, mira que si pinchaste en el enlace por lo del “Mejor polvo de tu vida” y al final te llevas el polvo, ¡cuéntaselo a tus amigos!…) pruebe estos increíbles Ultraglow. Será en breve, después del concurso de los gemelos que Miriam comentó la semana pasada. Manteneos atentas…

Buscando en el baúl de los recuerdos...

“¡Uuuuuhh!”. Qué buen rollo me da la melodía de esta canción de Karina…

Y qué bien me viene para lo que os voy a contar.

Como en la moda, el maquillaje siempre tira de tendencias y estilos que ya se llevaron hace algunos años (en algunos casos, mucho años). Y eso me gusta porque siempre podemos variar un poquito la forma de maquillarnos para no ir siempre iguales. Un eyeliner y un labio rojo al estilo años cincuenta, unos pómulos rosados y las pestañas a lo babydoll para emular nuestra infancia, unas sombras azules radicales para emular a los ochenteros…

Y productos que podemos volver a usar para animar nuestros rostros de una forma diferente. Es lo que hice el fin de semana pasado. Como iba vestida en tonos marrones, me decidí a maquillarme los ojos con sombras tierra. Normalmente no las uso porque me da la sensación de que me dan aspecto de cansada (mis ojeras, muy chulas ellas, no son moradas o azuladas, sino que tienden al marrón), pero rescaté de mi neceser algunos productos que me convencieron y de mi imaginación algunas técnicas que se llevaban antes:

-Las sombras mono Color Focus de Lancôme en los tonos Pêche Melba (un tono melocotón irisado que me puse en el párpado móvil) y Vanille des Îles (dorado muy clarito, que me puse bajo el arco de la ceja). Las tengo hace un montón, pero nunca las había usado porque no encontraba la ocasión. Y fíjate tú, fue ésta. Si es que hay que probar y probar y darle oportunidades a las cosas…

-La sombra marrón mate de Mercadona, el tono 17. La apliqué para hacerme un semiahumado, pero no poniéndomela en todo el párpado móvil y en el inferior, sino dibujando la “banana” que se hacía en los años sesenta y difuminándola mucho. Nars ha usado este estilo de maquillaje de ojos en su campaña para este otoño-invierno. Y al dejar el párpado móvil más clarito da más luz a la mirada. Eso sí, difuminad, difuminad (¡malditas!).

-El perfilador de ojos marrón de Mercadona. En lugar de aplicarlo directamente en el ojo, tomé el truco de Tuimagenpersonal.com y me pinté el dorso de la mano con él y luego “mojé” un pincel biselado con el que me lo apliqué para delinear el ojo por arriba y por abajo. Queda más difuminado y natural.

-Un lápiz blanco de Faber Castell. Sí, lo sé, es una marca de lápices para escribir, como los del cole, pero no soy una bruta. No tanto, quiero decir. Es que además hacen estos lápices para maquillarse. Yo lo compré en Mercadona. En lugar de usarlo de eyeliner, como hacían mis amigas del cole cuando yo tenía quince años (nunca lo entendí, me parecía que quedaba horrorosa la línea blanca en el párpado, pero según ellas era lo más; yo es que era una incomprendida, creo), me lo puse por dentro del ojo, pero sin marcarlo demasiado para que no se notara tan blanco (lo ideal es hacerlo con un lápiz vainilla, pero no tengo) para que se me borrara un poco el aspecto de cansada. Y funciona, además de que hace el ojo más grande (otro truco: si tenéis los ojos rojos perfiladlos por fuera con lápiz azul en lugar de negro, ese color neutraliza el rojo).

-Un colorete dorado y uno tostado, como los que tenía mi madre cuando yo era pequeña y me sentaba a ver cómo se maquillaba. El tostado para marcar el pómulo (poniendo cara de Sara Montiel lo aplicas por debajo del hueso para marcar la mejilla) y el dorado por encima de la manzana de la mejilla, sonriendo, para iluminar. Son de Mercadona.

-El brillo de labios, que tampoco pasa nunca de moda desde que salió al mercado, era de Mercadona también: Bronzingold de la línea de maquillaje de verano, que huele genial, es suave y es tono melocotón irisado. Precioso.

-Y algo que, pasen los años que pasen, siempre está de moda: unas buenas pestañas. Con la máscara The Colossal Volum’Express de Maybelline se consiguen muy fácilmente. Y además me puse antes una capa de Hypnôse Precious Cells para alargarlas y darles el toque de serum que tiene. Esta máscara la tengo de muestra, no os creáis que tengo varias en tamaño de compra porque una no es el Banco de España…(eso me decía mi madre cuando le pedía para pinturitas en mi tierna adolescencia).
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