Que no nos cuenten milongas, por favor…
¿Pero es que se creen que somos bobitas, o qué? Si estos “trucos” fueran tan efectivos, la industria cosmética y de dietética no facturaría millones de euros cada año. Y todas estaríamos cañonas. Pero no es así. Y la genética ayuda, pero no me creo que todo el Star System tenga la fantástica suerte de tener una genética que les permite tener cuerpazos y pieles de seda sin esfuerzo.
En fin, poquito a poco a lo mejor lo conseguimos. Mirad, Nicole Kidman, que acaba de reconocer (no sabemos si bajo tortura o amenaza de hacerla volver con Tom Cruise) que se ha puesto bótox. ¿Bótox sólo? Maaaaaaadre mía. ¡Si parece un muñeco de José Luis Moreno! Pero es un comienzo. Lo mismo en una de éstas la Pataky reconoce que se operó la nariz. Y los pómulos. Y el pecho. Y las cartucheras. Y… Ufff, eso daría para más de una revista, ¿no?
Hoy vengo reivindicativa. Porque es lunes. Y dicen que el día más triste del año (¿?). Y porque estaba leyendo una revista esta mañana y me he encontrado la típica entrevista a una chica estupendérrima donde le preguntaban qué hacía para estar así de bien. Y la tía, ni corta ni perezosa, soltaba la frase de siempre. ¿La adivináis, no? Venga, que os doy pistas: dormir; agua; limpiarme la cara por la noche.
¿Pero es que se creen que somos bobitas, o qué? Si estos “trucos” fueran tan efectivos, la industria cosmética y de dietética no facturaría millones de euros cada año. Y todas estaríamos cañonas. Pero no es así. Y la genética ayuda, pero no me creo que todo el Star System tenga la fantástica suerte de tener una genética que les permite tener cuerpazos y pieles de seda sin esfuerzo.
A mí lo que me gusta es la sinceridad. La naturalidad. Saber que estas personas de las revistas y las películas de algún modo son como nosotras. Con sus defectos y sus esfuerzos para estar bien.
Por ejemplo, hace poco leí una entrevista a Sharon Stone (o eso decían, al menos, que muchas veces una no sabe si la entrevista es real o se la han inventado) y decía que para estar así de estupenda, tiene que cuidarse mucho. Que su comida, básicamente, es muy sosa y se basa en frutas y verduras. Que se ha puesto bótox, aunque lo ha dejado. Que se pone muchas cremas (de Dior, claro, no te jiba; a ésta no la veremos en Mercadona comprando las de Deliplus, aunque mira que son buenas). Que no le gustan sus nalgas y tiene que hacer mucho ejercicio para mantenerlas bien (mira, por lo menos no dice que lo que menos le gustan son “sus pies”, como dicen la mayoría de las petardas. “Odio mis pies” dice una entrevistada. “Esta chica es tonta” es la frase que me sale automáticamente cuando la que lo ha dicho es una supermodelo). También dice la Stone que bebe mucho té y toma todos los días una infusión purificante (si alguien sabe qué coño es eso, que me lo diga porque la quiero ya; necesito purificar mi piel; y mi cuerpo; y mi alma, que soy una arpíaaaaaaaa, como podéis leer). A lo que vengo con todo esto es a que esta mujer, que qué mujer, por dios, no es un extraterrestre y reconoce que tiene que cuidarse, y mucho, para que la veamos como la vemos (sin contar el photoshop).
Otra que también es clara es Ariadne Artiles. Mira que me gusta esta chica, oye. Natural como la vida misma. Bueno, vale, el pecho no lo es (por cierto, otra petición: el nombre de su cirujano; es sólo por saber, ¿eh?), pero al menos reconoce que se pasa hora y media en el gimnasio todos los días para tener ese cuerpazo, y que cuida mucho su alimentación, y más aún si tiene algún trabajo en ciernes (es decir, casi siempre).
Lo que quiero decir es que me molesta que nos tomen por tontas. Vale que la mayoría de estas personas no pueden dar marcas de productos porque se cerrarían puertas a futuros contratos de publicidad (yo voy a hacer lo mismo a partir de ahora, que nunca sabe) y no es plan de decir que están amargadas venga a dietas, venga a ejercicios, venga a tratamientos. Pero que nos digan siempre la frasecita de “para estar así de estupenda, sólo tengo que dormir mucho y beber mucha agua. Ah, y comer de todo, a mí me pirra el chocolate”. ¿Cómoooorrrrr? Éstas a tomar chocolate lo llaman oler una onza durante cinco segundos, que más tiempo engorda. Y del puro sin azúcar, vayamos a leches…
En fin, poquito a poco a lo mejor lo conseguimos. Mirad, Nicole Kidman, que acaba de reconocer (no sabemos si bajo tortura o amenaza de hacerla volver con Tom Cruise) que se ha puesto bótox. ¿Bótox sólo? Maaaaaaadre mía. ¡Si parece un muñeco de José Luis Moreno! Pero es un comienzo. Lo mismo en una de éstas la Pataky reconoce que se operó la nariz. Y los pómulos. Y el pecho. Y las cartucheras. Y… Ufff, eso daría para más de una revista, ¿no?
Vaaale, lo siento. No tengo nada en contra de Elsa. ¡Pero que no nos la quiera dar con queso! (que engorda)