Porque no está nada mal soñar, y además es gratis (de momento). Porque llevamos un año muy duro, y hay que consolarse. Porque el 23 de agosto es mi santo y el 6 de febrero mi cumpleaños (aviso a quien se dé por aludido, que espero que seáis muchos). Y porque quiero compartir con vosotras los productos por los que suspiro:
Sérum antimanchas y marcas de acné Even Better Clinical, de Clinique. Dice que elimina las manchas producidas por el sol, e incluso las que se quedan por haber tenido granitos. Después de seguir una rutina de exfoliación día sí y día no, de haberme puesto preparados de ácido glicólico y acético en el dermatólogo (con la consiguiente descamación posterior) y de usar Neostrata Forte durante un año, se me vuelven a notar las marquitas del acné. Lo necesito ¡ya!
Body Creator de Shiseido. Esto sí que lo necesito…Y, si no, cualquier remedio que elimine de una vez por todas la celulitis, la piel de naranja, el acolchado, las blandeces, los descolgamientos y todas estas taras en general. Cuando digo esto me suelen contestar “niña, los milagros ¡en Lourdes!” pero la verdad es que es el mejor anticelulítico que he probado nunca. A 49€ el bote, ya puede. Como os conté el otro día, me he comprado mientras el anticelulítico de Roc, con tres botes al precio de uno, así que ya me parece de lo mejorcito…
Pureté Ideal de Chanel. Es un sérum que se aplica cada mañana antes de la hidratante (pregunta, en relación a un de mis posts anteriores: antes de la hidratante, pero ¿antes o después del sérum antienvejecimiento? ¿y del sérum refinador de la piel? ¿y del protector solar?) y purifica la piel grasa, dejándola mate y fresca. ¿A que lo vendo bien? Pues ya me lo podían regalar los de Chanel con la publi que les hago, porque tiene un precio…
Advanced Nicht Repair Synchronized Complex, de Estee Lauder. Es la crema para el contorno de ojos que ha nacido del famoso sérum. Me lo pido porque mis ojos empiezan a acusar ya las primeras líneas de expresión, y conservan sus lozanas ojeras y sus maravillosas bolsitas (no hay quien las elimine). Vamos, que lo tengo tó, niña.
Maquillaje. De cualquier tipo: base, polvos, sombras, iluminadores, coloretes en crema, lápices… aunque tengo tres neceseres llenos, nunca es suficiente, ¿verdad? Sobre todo de Nars (y principalmente de la línea Orgasm, que con el nombre que tiene creo que no necesitáis que os diga cómo te deja la carita. Parece que vas a estar guapa al instante, aunque seas la gemela del feo de los Hermanos Calatrava. Por cierto, ¿a cuál de los dos se referían?). Y de Bobbi Brown (más que nada: el corrector y el colorete en crema). Y, ya que nos ponemos, también de Mac.
Crème de la Mer. Aunque me parece insultante que una crema cueste tanto y no creo que valga lo que cuesta. Pero qué leches, esto es una lista de deseos, por probar...
Productos capilares. De esos que reestructuran, suavizan, abrillantan y fortalecen el pelo para que lo tengas como Gisele Bündchen o Jennifer Aniston. La línea de noche de Kerastase, Noctogenist, me llama…
Productos de Khiel’s, Korres y Dr. Haushka, porque queda como muy moderno y muy de modelo decir que no usas otra cosa. Por cierto, la línea de Açai de Khiel’s al parecer es lo más para prevenir el envejecimiento. Eso sí, no hay manera de encontrarla en la tienda, siempre está agotada.
Todo lo de Estee Lauder y Clinique, en general. Porque me encantan sus stands, tan “clínicos” y limpios y profesionales en el caso de Clinique (no podía ser de otra manera, con ese nombre), y tan de productos muy buenos y de pitiminí en el caso de Estee Lauder (como si en ellos todo lo tuvieras que coger con dos deditos sólo). Y la línea de maquillaje de Helena Rubinstein y de YSL, porque tienen unos muestrarios preciosos.
Como podréis imaginar, en El Corte Inglés me tengo que poner orejeras, como los burros, para no ver más allá de lo que tengo delante. Por no hablar de Sephora. En el centro comercial, si mi acompañante se descuida, mis pasos se van torciendo hasta que de repente, ¡oh! Estoy dentro de ese paraíso con la cara de loca. Quiero probar todas sus marcas. Como Bliss, con esa cantidad de productos para los pies y las manos, o esas marcas que sólo tienen ellos, o esos productos tan poco necesarios pero taaaaaaan monos…
Sérum antimanchas y marcas de acné Even Better Clinical, de Clinique. Dice que elimina las manchas producidas por el sol, e incluso las que se quedan por haber tenido granitos. Después de seguir una rutina de exfoliación día sí y día no, de haberme puesto preparados de ácido glicólico y acético en el dermatólogo (con la consiguiente descamación posterior) y de usar Neostrata Forte durante un año, se me vuelven a notar las marquitas del acné. Lo necesito ¡ya!
Body Creator de Shiseido. Esto sí que lo necesito…Y, si no, cualquier remedio que elimine de una vez por todas la celulitis, la piel de naranja, el acolchado, las blandeces, los descolgamientos y todas estas taras en general. Cuando digo esto me suelen contestar “niña, los milagros ¡en Lourdes!” pero la verdad es que es el mejor anticelulítico que he probado nunca. A 49€ el bote, ya puede. Como os conté el otro día, me he comprado mientras el anticelulítico de Roc, con tres botes al precio de uno, así que ya me parece de lo mejorcito…
Pureté Ideal de Chanel. Es un sérum que se aplica cada mañana antes de la hidratante (pregunta, en relación a un de mis posts anteriores: antes de la hidratante, pero ¿antes o después del sérum antienvejecimiento? ¿y del sérum refinador de la piel? ¿y del protector solar?) y purifica la piel grasa, dejándola mate y fresca. ¿A que lo vendo bien? Pues ya me lo podían regalar los de Chanel con la publi que les hago, porque tiene un precio…
Advanced Nicht Repair Synchronized Complex, de Estee Lauder. Es la crema para el contorno de ojos que ha nacido del famoso sérum. Me lo pido porque mis ojos empiezan a acusar ya las primeras líneas de expresión, y conservan sus lozanas ojeras y sus maravillosas bolsitas (no hay quien las elimine). Vamos, que lo tengo tó, niña.
Maquillaje. De cualquier tipo: base, polvos, sombras, iluminadores, coloretes en crema, lápices… aunque tengo tres neceseres llenos, nunca es suficiente, ¿verdad? Sobre todo de Nars (y principalmente de la línea Orgasm, que con el nombre que tiene creo que no necesitáis que os diga cómo te deja la carita. Parece que vas a estar guapa al instante, aunque seas la gemela del feo de los Hermanos Calatrava. Por cierto, ¿a cuál de los dos se referían?). Y de Bobbi Brown (más que nada: el corrector y el colorete en crema). Y, ya que nos ponemos, también de Mac.
Crème de la Mer. Aunque me parece insultante que una crema cueste tanto y no creo que valga lo que cuesta. Pero qué leches, esto es una lista de deseos, por probar...
Productos capilares. De esos que reestructuran, suavizan, abrillantan y fortalecen el pelo para que lo tengas como Gisele Bündchen o Jennifer Aniston. La línea de noche de Kerastase, Noctogenist, me llama…
Productos de Khiel’s, Korres y Dr. Haushka, porque queda como muy moderno y muy de modelo decir que no usas otra cosa. Por cierto, la línea de Açai de Khiel’s al parecer es lo más para prevenir el envejecimiento. Eso sí, no hay manera de encontrarla en la tienda, siempre está agotada.
Todo lo de Estee Lauder y Clinique, en general. Porque me encantan sus stands, tan “clínicos” y limpios y profesionales en el caso de Clinique (no podía ser de otra manera, con ese nombre), y tan de productos muy buenos y de pitiminí en el caso de Estee Lauder (como si en ellos todo lo tuvieras que coger con dos deditos sólo). Y la línea de maquillaje de Helena Rubinstein y de YSL, porque tienen unos muestrarios preciosos.
Como podréis imaginar, en El Corte Inglés me tengo que poner orejeras, como los burros, para no ver más allá de lo que tengo delante. Por no hablar de Sephora. En el centro comercial, si mi acompañante se descuida, mis pasos se van torciendo hasta que de repente, ¡oh! Estoy dentro de ese paraíso con la cara de loca. Quiero probar todas sus marcas. Como Bliss, con esa cantidad de productos para los pies y las manos, o esas marcas que sólo tienen ellos, o esos productos tan poco necesarios pero taaaaaaan monos…
Tengo que contarlo: hace un par de años una amiga me regaló un neceser con mil cosas que, curiosamente, nunca pensé que necesitaría tantas veces: un mini mini mini botiquín y set de costura, pañuelos de papel, un tampón, un espejo, un cepillo del pelo, un cepillo para la ropa, toallitas quitaesmaltes, toallitas limpiazapatos, un analgésico, un quitamanchas, un botecito de laca para el pelo, un botecito para eliminar la electricidad estática, tiras para pegar la ropa a la piel y que no se descuelguen los tirantes, por ejemplo, una tuerca para un pendiente, un brillo de uñas y una lima; todo esto en un espacio de 5cm x 4cm; lo llevo en el coche y no sabéis la de veces que me ha venido bien.